Derechos del video de: "Bonsái Eejit".
martes, 8 de abril de 2014
Demostración de Ryan Neil, para doblar tronco de pino silvestre.
En este video Ryan Neil demuestra una de las tantas técnicas para doblar un tronco grueso. Muy interesante y aleccionador.
Derechos del video de: "Bonsái Eejit".
Derechos del video de: "Bonsái Eejit".
martes, 1 de abril de 2014
Bjorvala Bonsái Estudio
Mi canal preferido de Bonsái, en este capitulo se muestra los pasos para realizar correctamente el transplante, muy recomendable.
lunes, 31 de marzo de 2014
Mame de Hinoki japonés
Hola, les presento mi hinoki japonés, lo adquirí hace poco más de un mes, le cambié el sustrato, le he puesto abono órganico de liberación lenta, lo he podado y pinzado un poco, veremos que le deparan los años.
Vivo en México, en una zona muy alta del DF, haber cómo le va con el clima, iré subiendo fotos de su evolución.
martes, 25 de marzo de 2014
Árboles famosos de granades maestros
Estos son algunos de los árboles más "famosos" en el mundo del bonsái, creados por maestros de gran renombre, ¿faltan más?, claro, todos. Cada árbol, desde los majestuosos juniperos con madera enrollada, hasta los que tenemos en nuestros jardínes son dignos de ser trabajados y admirados.
¿Cuál es tu preferido?
lunes, 24 de marzo de 2014
Sobre
budismo, bonsái y otras cuestiones
Muchos de nosotros hemos leído acerca que el bonsái nació en China hace más de dos
mil años por monjes taoístas, que después pasaría a Japón y finalmente gracias
a las exposiciones universales de finales del siglo XIX realizadas en
Inglaterra y Francia, occidente conocería el “arte” de hacer árboles en
miniatura.
Pero considero importante escribir estas líneas acerca
de la relación del bonsái con la filosofía oriental, en especial, el budismo,
pues ahora, gracias al internet, muchos aficionados y maestros trabajan y
propagan sus técnicas y enseñanzas, dictan demostraciones alrededor del mundo, pero
olvidan lo que tal vez sea el aspecto más importante del bonsái, me refiero al simbolismo,
a la polisemia, a lo que representa en una sociedad donde el desarrollo mental
se superpone a cualquier hobby occidental, moda, o película, que infunden en
nosotros el intento del hombre por creer, superficial y banalmente, que solo por un instante, tal
vez brevísimo instante, podemos al fin, dictarle caminos a la naturaleza.
Comencemos primero por lo primario que es el natural comienzo dice Aristóteles en su Poética.
Se dice que el
bonsái surgió como una práctica de los monjes taoístas, monjes que arriesgaban
su vida en acantilados para la obtención de un árbol que por condiciones
naturales ha crecido en la adversidad, ¿Qué buscaban en estos árboles? ¿Qué
tiene que ver esto con el budismo, el taoísmo, el jainismo, etc.? ¿Cuál es la
relación? ¿Qué importancia tiene en el desarrollo espiritual? ¿Es
verdaderamente un arte, o sólo es un ejercicio que te permitirá centrar la
mente? ¿Por qué Japón adoptó con mucha fuerza el arte del bonsái?
Para responder a estas preguntas es inevitable conocer
un poco la historia del budismo, pues es la religión-filosofía más extendida en
Japón, en específico la historia del buda histórico, la vida de Sidharta Gautama.
No relataremos aquí de una manera profunda, crítica y detallada esta historia,
pues su simple descripción ameritaría un libro completo, como en realidad
existen muchos, pero si hablaremos de algunos puntos importantes que nos lleven
a entender cuál es la relación entre budismo y bonsái.
Sidharta Gautama alrededor de los años 350 al 500 a.
de c. (la fecha de su nacimiento, así como la de su muerte es todavía
incierta), se sentó debajo de un árbol, un ficus religiosa o higuera como
comúnmente se conoce, y después de una larga peregrinación con grandes maestros
y ascetas decidió no levantarse de aquel árbol hasta encontrar la iluminación,
el nirvana y convertirse en buda.
Cuando por fin alcanza la iluminación después de
vencer a Mara, lleva a cabo uno de los actos más importantes dentro de su vida
como el nuevo buda, decide compartir su
conocimiento y fomentar el concepto de la compasión, comienza entonces lo que ahora conocemos como
“Budismo”.
El Budismo es una mezcla de filosofía y religión que
pronto se extendió a India, llegó a China, el Tíbet, y luego a Japón,
actualmente el budismo se práctica en Corea, Vietnam, Tailandia, Taiwán y en
casi todos los países del mundo. Al igual que cualquier filosofía o religión
posee una serie de prácticas y conductas hacia el individuo, marcadas
principalmente en lo que se conoce como “las cuatro nobles verdades” y “el
noble óctuple camino”.
Sidharta Gautama
Tal vez, para nosotros, los “occidentales”, nos
resulte un poco confuso comprender cada uno de estos conceptos, pues casi
siempre la concepción del mundo y la realidad es totalmente inversa, para el
budista, la infelicidad existe, pero esta infelicidad tiene remedio, y se trata
del desapego de las cosas, la eliminación del deseo y la fijación de la mente.
Para nosotros, la felicidad se busca mediante la obtención de objetos y bienes
materiales.
Buda significa, “el iluminado”, el que ha abierto los
ojos, el que ha visto las cosas tal y como son. Ya hemos mencionado que no
abordaremos con profundidad estos temas que sin duda son interesantísimos, pero
este punto en específico resulta trascendental para comprender la relación con
el bonsái. Por lo tanto ¿qué es abrir
los ojos o estar despierto?
Según la filosofía budista se llega al nirvana
mediante una serie de prácticas rituales, de ejercicio y conducta, pero no debe
verse al nirvana como un objetivo o meta que se desee alcanzar a toda costa,
sino como el punto de partida que te llevará a transitar el camino, es decir,
al aprendizaje constante.
Se debe por lo tanto de dejar de anhelar el pasado,
pues este ya no existe más, evitar vivir en la esperanza vana del futuro,
inventándonos destinos imaginarios para poder sobrellevar nuestras carencias,
por lo tanto se debe fijar la mente en nuestro presente, abrir los ojos y observar
nuestra realidad sin velos de ilusiones falsas, el presente es el que importa y
en el que el individuo debe prestar todas sus atenciones.
Buda practicó la meditación y enseño a quien lo seguía
a meditar, a fijar la mente, a estar en la búsqueda del “Nirvana”, predicó que
todo en esta vida es efímero, que debemos desapegarnos de las cosas y encontrar
en la paciencia una virtud, característica de la cual se carece en occidente,
pues en nuestras sociedades todo es inmediatez, vivimos aceleradamente y buscamos
soluciones rápidas e inmediatas.
Ahora bien, ¿Qué tiene que ver todo esto con el
bonsái?
El nacimiento del bonsái es incierto y tal vez nunca
lo sabremos, ¿Por qué los monjes hace más de dos mil años comenzaron a
recolectar árboles para sembrarlos en macetas? Difícil respuesta, algunas
teorías afirman que se trataba de arbustos medicinales que eran usadas para
curar enfermedades y que al cultivarlos y mantenerlos en macetas dentro del
monasterio resultaba más fácil su recolección. Otros creen que viene del culto
hacía la naturaleza, hacía los grandes árboles majestuosos y la posibilidad de
contemplarlos sin la necesidad de recorrer grandes distancias.
Es muy difícil saber y conocer los motivos del origen
del bonsái, y en mi opinión considero intrascendente la respuesta, pues sea
cuál sea el motivo de cómo surgió, resulta mucho más importante las repercusiones que significaron para una
cultura y su filosofía de vida. Recuérdese el arraigo que tuvo el bonsái en el
budismo Zen japonés.
Aquel que ha estudiado el budismo o lo práctica no le
será difícil saber la relación entre éste y el bonsái. Veamos algunos casos
para ejemplificar esta relación.
Uno de los postulados del budismo es que todo en esta
vida es efímero, al tener el concepto de la reencarnación, la vida solo es el
tránsito o la oportunidad para romper la cadena del samsara, buda cuenta la
siguiente alegoría: Imagina que eres una
tortuga y que has decidido salir a la superficie, entonces alguien arroja en
alguna parte de todo el océano un aro, piensa en la posibilidad que al salir a
la superficie coincida y salgas justamente en medio del aro, esa es la misma posibilidad de reencarnar en un ser
humano, y ahora que tienes la suerte de haber reencarnado en uno, no la
desaproveches.
La rueda del samsara
Bajo esta concepción existen cosas que ha diario nos
preocupan y que en realidad son intrascendentes. Los monjes tibetanos pasan
días fabricando tapetes con aserrín pintado, se sientan alrededor y no se
levantan en sesiones que duran días,
cuando por fin acaban, lo desasen con las manos, como un ejercicio para
demostrar que incluso los esfuerzos mentales y físicos más extenuantes no deben
provocarnos apegos ni vanidades.
El bonsái es un árbol, es naturaleza, nosotros podemos
alambrarlos, darle forma, pero si los sembramos en tierra, en el campo, en
menos de dos años será un árbol como cualquier otro en el bosque, estamos
frente a una obra inacabada, en algo que también es efímero, ni siquiera árboles
tan importantes y famosos como el To ryu no mai del maestro Kimura podría
escapar a esta regla, el bonsái es trabajar años y años en algo que en cuestión
de semanas podría volverse un árbol completamente
normal.
La paciencia, el bonsái es sinónimo de paciencia,
necesitas años para que un bonsái tenga un modelo definitivo, el que se
apresura termina dañando al árbol. En este mundo de ajetreo y prisas, en el que
la inmediatez es vista como una virtud, el bonsái es la práctica de la
paciencia, nos enseña a no tener prisas, a respetar los tiempos, a comprender
el orden que te dicta la naturaleza.
Buda se refirió muchas veces a “despertar”, “abrir los
ojos” a no estar “dormido”, cuántas veces hemos visto y admirado los bellos
jardines japoneses, pareciera que no está ni una sola hoja fuera de lugar,
se trata simplemente de abrir los ojos, pues
estamos tan preocupados de la cuestiones diarias, el trabajo, el dinero, la
vida, que olvidamos abrir los ojos, creemos que estamos despiertos, pero no es
así, pues si abriera mis ojos y dejara por un momento de pensar en los
problemas o vanaglorias personales me daría cuenta que mi jardín tiene una
piedra que no debiera estar ahí, sabría que no he barrido las hojas que debía
barrer, vería que no he limpiado la entrada ni el camino, y si viera realmente
todas esas cosas, haría lo que debo hacer, y después de eso atendería los
siguiente, lo que no he visto, mi familia, mis hijos, yo mismo, pero para eso
tendría que dejar de engañarme y abrir finalmente los ojos.
Jardín Japonés
El bonsái es un micro-universo que nos enseña a fijar
la mente, el estudio constante de la naturaleza, la observación y la
concentración. No es simplemente alambrar, podar raíces, o escoger una maceta,
se trata de estudiar el comportamiento de la naturaleza. Del por qué los árboles se ven más viejos si bajas
las ramas. Por qué las copas deben ser
redondas y no en punta. ¿Es una metáfora de la sabiduría? ¿Qué es
realmente un árbol?
No debemos imponerle nada al bonsái, debemos estar
atentos siempre a lo que él nos quiera decir, debemos fijar la mente como nos
aconsejó buda y estudiar a nuestros árboles, no se trata de seguir pasos o instrucciones como en una receta de cocina, hablamos de lógica, de
sentido común, de observación y estudio,
no existen secretos y recetas mágicas, el gran maestro es la naturaleza misma.
Por esta razón afirmaba que es totalmente
intrascendente tratar de averiguar cómo surgió el bonsái, lo realmente
importante es que en algún momento, estos monjes chinos encontraron en la
práctica de cultivar árboles en maceta, el entrenamiento y ejercicio para
cultivar la mente, la paciencia, la vida misma, y que encontraría en el budismo
Zen Japonés su máximo esplendor.
Se podrán decir muchas cosas del bonsái, pero de lo
único que estoy realmente cierto, es que cada vez que me acerco a mi bonsái y
lo contemplo, ya sea para trabajarlo o simplemente para observarlo, sé que
estoy ante algo grande, no son técnicas de jardinería, no es un hobby, una diversión o moda pasajera. No, el bonsái es algo más, algo
que es difícil explicar con solo palabras, es el mundo entero contenido frente
a mí, se trata de un árbol que me moldea a mí y no yo a él, que intenta hacerme
un mejor ser humano, aquel que práctica este maravilloso arte sabrá de lo que
hablo.
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